13 sept 2025

Panda Pops 'Bristol Fashion'


 

A1-. Pillar Box   listen / download

B1-. Tramway    listen / download

B2-. Star    listen / download


año: 1992

sello: Elefant Rds.

referencia: ER-103


Por diversas circunstancias, en estos últimos días han aparecido en conversaciones con colegas y amigos los nombres de los capos de dos de los sellos más importantes del indie pop nacional, Luis Elefant y Mateo Siesta. El primero por su sorprendente y merecido pregón en las fiestas de su pueblo (Bembibre) de lo cual me alegro enormemente y el segundo por el despertar de su letargo y comenzar a aparecer en redes sociales repasando algunos de los discos embláticos del perezoso sello.

Los que me conocéis ya sabéis el cariño y aprecio que le tengo a ambos por todo lo vivido en aquellos intensos primeros 90s, una época en la que las redes sociales eran suplidas por un contacto directo con todos aquellos que formaron parte de esa escena emergente. Reuniones, cenas, cubeteos, conciertos, películas, paseos, fiestas... hacían que el trato con ellos fuese muy cercano y directo y se llegase conocer muy bien a cada uno de ellos. Pese al caracter aparentemente introvertido y serio de Luis, fue con el que tuve trato más estrecho y cercano, era una persona muy transparente, pasional, que dejaba ver sus inquietudes, sus proyetos, sus gustos y compartía todo aquello que le llegaba que no era poco. Sin embargo Mateo que parecía más divertido y abierto, resultaba más opaco e imprevisible en todo lo que le rodeaba, vivía un poco al margen de todo lo que se movía a su alrededor y se centraba más en sus proyectos. Con sus diferentes características, lo que a ambos les unía era su pasión por la música y en concreto por el indie pop británico mayoritariamente. Mateo llegó a Madrid siendo un enamorado de Sarah Records, aparte de todos los clásicos previos como New Order o Wedding Present por poner dos ejemplos. Luis disfrutaba más con grupos más saltarines y acelerados como Talulah Gosh o los Haywains y también llevaba en la mochila su pasado más punk y siniestro. Amaban (aman) la música y es su vida, compartían su amor por los mismos grupos aunque luego en sus respectivos sellos tomaran caminos diferentes.

Mientras Luis ya empezaba a moverse con fanzines, maquetas y conciertos a finales de los 80, Mateo comenzó su aventura discográfica un poco más tarde, ya entrados los 90. Las primeras referecias de ambos sellos son bastante similares en lo musical, grupos internacionales que despuntaban en el panorama del indie pop, mezclado con grupos nacionales emergentes que seguían esa estela. Aún así siempre hubo diferencias entre ambos, mientras Elefant era más directo, más pasional, más atropellado, Siesta era más meticuloso, metódico y detallista. A Elefant llegaba una maqueta cualquiera y si le gustaba, no dudaba en sacar un 7" rapidamente, quizá no pulía demasiado el producto, eran canciones en bruto y los diseños eran todo lo DIY que se suponía de aquellos años de letraset y fotocopias. Siesta dedicaba más tiempo a la elaboración del producto, se aseguraba de que tanto el sonido como la presentación estuviese a la altura. Al haber dos sellos de similares características, a veces resultaba confuso qué banda iba a cada sello, Moving Pictures quizá pegaban más en Elefant o Le Mans se acercaba más al estilo Siesta pero por circunstancias puntuales iban a uno u otro sello. Yo escuché la primera maqueta de La Buena Vida con Luis y la verdad es que sonaba a rayos y sin embargo Mateo vio el potencial y les sacó en cuanto pudo un primer single, el resto es historia. Fuera como fuese, ambos tenían esa ilusión y energía para sacar discos y dar a conocer todos esos grupos que empezaban a salir como setas. Hablo de los 90, ya a finales de siglo Siesta dio un volantazo hacia sonidos más exquisitos, elaborados, misteriosos y elitistas mientras Elefant resultó un pequeño cajón de sastre donde se podía encontrar algo de lo que publicaba al principio junto con cosas más comerciales, alguna apuesta más arriesgada y dando muchas oportunidades a grupos muy jovenes. Yo esa epoca (los últimos 25 años) ya no los he vivido con la misma intensidad.

Lo que les une hoy en este post, es el single de Panda Pops, tercera referencia de paquidérmico sello publicado en 1992 y que coincidió en el tiempo con el single de debut del sello dormilón protagonizado por Tramway, grupo que surgió de las cenizas de Panda Pops y que casualmente se presentó en el concierto de debút en Madrid de La Buena Vida en el Siroco. He de decir que jamás he visto tanta maqueta de grupos independientes como las que he visto en casa de Luis, intercambiaba con un montón de gente, escribía a todos los grupos, compraba todos los fanzines, era incansable, siempre en busca de esa canción que le emocionase o impactase. Eso debió pasar con Panda Pops a los que, ya llamándose Tramway y grabando para Sarah Records, les pidió unas canciones para publicarles un single póstumo, el single del que hoy hablo.

Con el típico diseño de la portada de trazos rectos y geométricos habitual en los posteriores discos de Tramway, con esa maquetación con Letraset (impresionante también la colección de letraset que tenía), el primigenio y precioso logo del elefante, la mítica dirección postal de la casa de sus padres en Bembibre y cargado de una enorme dosis de cariño e ilusión, salió a la venta este disco en el año olímpico. Se trata de una canción de su maqueta y dos temas en directo. La cara A muestra lo que caracteriza a muchos de los grupos que grabaron para Sarah Records, canciones lánguidas, melancólicas y perfectas para esas tardes otoñales grises. En esta ocasión con el curioso inicio de la megafonía sonando en una estación de tren que podría ser la preciosa estación de Brsitol. Utilizan una fórmula que hemos visto en grupos como The Sea Urchins, Blueboy, Sweetest Ache o Brighter. La cara B esá grabada en directo en el 89 y entre las conversaciones del público se abre paso la actitud sosegada e intimista del grupo de Bristol, la canción Tramway parece grabada a 25rpm, ninguna nota se sale del guión marcado, la voz de Chris marca el ritmo y parece ir frenando todo el rato a los demás. Cierra el 7" Star, mi canción favorita, donde aceleran un poco el paso lo cual hace que la canción apenas dure un par de minutos. Dos minutos exquisitos, elegantes y encantadores. Un precioso legado en forma de 7" que no mucha gente recuerda ni reivindica.

Lo siguiente ya fue el mencionado single de debut de Tramway en Siesta (que ya comenté aquí en 2010) tras sus dos primeros singles en Sarah Records y un posterior precioso 10" donde el sonido dista bastante de sus primeros trabajos al incorporar una protagonista farfisa y unas melodías más alegres y coloridas. 

Sirva este post como homenaje a estos dos grandes referentes de la música independiente en España.


7 sept 2025

Cracker 'Teen Angst (What the World Needs Now)



A1-. Teen Angst (What the World Neds Now) (Edit)   listen / download

B1-. Can I TAke my Gun to Heaven   listen / download

 

año: 1992

sello: Virgin Rds.

referencia: VUS 61 


Tiendas de discos. Otrora paraísos terrenales, actualmente una lotería que puede salir una vez cara y diez cruz. Probablemente es el lugar donde más a gusto me siento estando fuera de casa. Un lugar donde generalmente me gusta ir solo, a mi bola, sin prisas, aunque también disfruto en compañía, sobre todo si es con alguien tan apasionado como yo. Desde los días en que sólo puedo pasarme a mirar 5 minutos hasta las mañanas que me tiro 3 horas, las tiendas en las que reviso uno por uno todos sus discos hasta las que me paro unicamente en las 'cubetas clave',  las que tienen los discos tan apretados que cuesta hacer un hueco de medio centímetro para meter el dedo hasta las modernas y espaciosas con espacio de sobra, las que abandonan a su suerte a los discos de segunda mano y acabas con los dedos negros hasta las que los cuidan con mimo y los meten en sus funditas de plástico, las de pasillos estrechos y cubetas tiradas en el suelo donde cada vez sufre más mi maltrecha espalda o las de cómodos expositores que no auguran una buena pesca, TODAS me gustan y lo que es más importante, en todas ellas pienso que voy a encontrar ESE disco que llevo toda la vida buscando o aquel otro que es muy cotizado y sueño con encontrarme por unas pocas monedas.

Al igual que yo, supongo que muchos de vosotros lo primero que hacéis cuando salís de vacaciones o fin de semana fuera de vuestra ciudad o país, es mirar si hay alguna tienda de discos allí, dónde está y qué tal pinta tiene. Ya habrá tiempo de mirar si hay algún museo o monumento interesante, el tiempo que va a hacer, si hay algún evento o actividad esos días, lo más importante es saber a qué distancia del hotel está la tienda de discos más cercana, el horario (no vaya a ser que sea de esas que no abre todos los días o solo por las tardes) y adaptar un día o varios para visitarlas. Esa emoción de descubrir una nueva tienda para mi no tiene precio, conozco al dedillo todas las tiendas de mi ciudad, Madrid, sus costumbres, sus precios, a los dueños, lo que puedo esperar de ellas y en las que sé que es probable que me encuentre algo, pero ¿y cuando viajo a otra ciudad y entro en una tienda desconocida? esa sensación es difícil de explicar. Primero se hace un escaneo rápido de la distribución de la tienda, cómo tiene ordenados/colocados los discos, dependiendo del tiempo de que disponga, decidir qué parte o sección me puedo saltar y también como de extensa es la sección de saldos que es dónde más tiempo se puede perder. Una vez hecho eso, ya comienzo a mover los dedos desesperado antes casi de avalanzarme sobre la cubeta, los primeros discos en visualizar ya pueden dar una idea de lo que me puedo encontrar y salvo que sea algo muy obvio, me cuesta coger un primer disco hasta no ver qué más hay. Luego está el caso de mi amigo Carlos que es al contrario, va cogiendo todos los que le llaman la atención por un motivo u otro y ya al final antes de irnos, decide cual comprar y cual dejar. Por lo general, cuando viajo, me gusta compra algún disco en las tiendas que visito salvo que sea muy claro que nada merece la pena. También es cierto que dada mi situación actual de falta de espacio físico en casa y el desorbitado precio de los discos, llevo una temporada siendo más austero.

Todo esto viene al caso para comentar el último disco que ha entrado en casa, no fue en una de esas tiendas de discos que visité este verano (en Viena y Budapest), fue a la vuelta cuando con pocas esperanzas me pasé por La Metralleta con mi amigo Carlos con la única intención de vernos, charlar un rato y tomarnos una cervecita. Sorprendentemente, y más siendo pleno Agosto, encontré la tienda con algunas sorpresas agradables (reconozco que ya me conformo con poco) entre tanta reedición a 30€ y discos inflados de precio sin nigún sentido. Antes solía rebuscar mucho en las cubetas de singles a 1€ pero es cierto que la renovación de dichos 7" es cada vez más escasa y muchos van quedando pegados como musgo en las piedras, como esos discos de Los Tres Sudamericanos o Pablo Abraira que nadie quiere ya. En otra época me encargaba yo de 'despegarlos' y llevarlos a mi casa para mi 'colección B' de discos chochis, petardos o como queráis llamarlos. Pero mi estantería y mi (sub)consciente ha dicho basta, ya no quiero más basura en casa, basta ya de almacenar más discos que sólo quiero por hacer la gracia. Dicho esto, acompañé a Carlos en su tarea de rebuscar entre la mierda, él sentado en el suelo, yo en la banquetita de abuelo, sin mucha esperanza de encontrar nada. Sin embargo, entre tanto disco con la portada destrozada, singles que no le hacen gracia ni a mi madre, reliquias que seguro que llevan más de 5 años sintiendo los dedos negros de buscadores compulsivos como nosotros, encontré una portada reluciente, en unas condiciones impolutas y con un vinilo probablemente virgen. El grupo era Cracker y se trataba de su primer single en la aventura de David Lowery tras la disolución de su anterior grupo, Camper Van Beethoven.

No he seguido la carrera de Cracker ni conozco sus canciones pero ese disco estaba pidiendo a gritos que le sacase de allí, rodeado que estaba de Luis Aguilé y La charanga del tío Honorio. Y eso hice como buen samaritano que soy. Ya tranquilamente en casa pude escucharlo y descubrir lo que me podía imaginar, un sonido típico de banda indie rock americana de los 90, todavía con alguna reminiscencia folk de su anterior etapa pero con un sonido rock adulto y a medio camino entre la escena alternativa y el mainstream. La canción titular está chula, pegadiza, un tanto chulesca y disfrutona, me recuerda un tanto a The Wonder Stuff con ese sonido macarrilla pero tierno a la vez. La cara B se muestra más pausada, como de rock fronterizo de noche de borrachera, esa canción que podría salir en una película en la que el protagonista apura su último whisky sentado solo en la barra del bar mientras la camarera le insta a que se marche ya, que mañana será otro día. Para haberme costado 2€, bastante contento estoy.

Pese a todo lo negativo que os he ido contando, seguiré amando las tiendas de discos, ni los tenderos bordes, ni los precios abusivos, ni la afluencia de gente desubicada que solo asoma por aquello de la moda del vinilo, conseguirán que me aleje de ellas. Quién sabe si algún día me encuentro con ese disco que jamás pensé ver allí. Por suerte o por desgracia y por diferentes motivos, mucha gente de mi quinta o un poco anterior se está deshaciendo de sus colecciones de discos y quién sabe que podré encontrar... pero de eso ya hablaré en otro momento.



22 ago 2025

Australian Blonde 'Spiral e.p.'

 


A1-. Scissors   listen / download

B1-. Lost in Myself   listen / download

B2-. As I've Flown to You   listen / download


año: 1994

sello: Subterfuge Records

referencia: 21-060


El otro día me salió el vídeo de un tipo hablando de música y decía que la época 'dorada' del indie pop español había sido entre 2009 y 2014 (creo recordar) en el que grupos como Vetusta Morla, Dorian y no recuerdo cuales más, habían publicado sus mejores discos. No voy a entrar en la calidad de estos grupos, para gustos los colores y si llenan pabellones y festivales será porque tienen un público fiel que disfruta con su música. Tampoco voy a hablar del tipo que sube el vídeo porque ni sé quien es ni sé que cultura musical tiene (aunque algo me puedo imaginar). De lo que quería hablar hoy, pese a que yo le he hecho en más ocasiones, es de las odiosas pero a la vez imprescindibles etiquetas.

Todos renegamos de ellas cuando no nos gustan o cuando afectan a grupos que nos gustan pero no nos gusta ver asociados a determinada etiqueta. Algunas no pasan de moda y otras son efímeras (menos mal) por circunstacias de localización o situación social del momento. Algunas son creadas a propósito por intereses comerciales, otras por críticos musicales e incluso algunas surgen por casualidad. Está claro que poner de acuerdo a todos los amantes de la música es imposible, cada uno tenemos nuestra opinión y nuestra perspectiva, seguro que hay una base que no debería de crear diferencias de criterio pero luego hay multitud de variantes que nos pueden desvirtuar el término. Incluso un mismo grupo puede variar de estilo durante su carrera lo que hace más difícil todavía 'catalogarlo'. ¿Qué etiqueta le ponemos a Bowie? ¿merece la pena querer etiquetar todo?. Yo al final suelo caer en la tentación de etiquetar las canciones, discos o grupos más que nada para crear un vínculo que ayude a saber como suena. Pero vamos, este blog en principio (y al principio) está dedicado al indie pop (entre 1985 y 1994 que es el tramo en el que estuvo en su esplendor) pero al final se convirtió en un repaso a mi colección de singles de esa época sea del estilo que sea, todo cabe. 

Volviendo a las etiquetas, se pueden dividir en las clásicas o atemporales, que aunque afectan a un espectro de grupos muy amplio, ya nos da para hacer un primer filtro. Estas son pop, rock, jazz, heavy, blues, soul, etc... que ya nos advierten un poco por donde van los tiros. Otras surgen en un momento determinado, tienen su sentido en ese ámbito, pero se han mantenido con más o menos acierto en el tiempo. Por ejemplo, punk, post-punk, synth-pop... Y luego están las que nacen en un momento concreto, en un lugar determinado y que no deberían tener mucho recorrido como el caso del grunge, britpop o sonido madchester.

Aquí en España, sobre todo a partir de los 90 empezaron a surgir multitud de grupos, muchos influenciados por alguna de estas etiquetas, pero que aquí rebautizamos con nuestras propia terminología. Por localización teníamos al Donosti Sound, el Xixón Sound o el Sonido Malasaña, por sonido el Noise pop, Tonti pop o Indie pop, y luego infinidad de términos, definiciones y demás literatura que terminó por acuñar un término odiado por muchos que agrupaba a todo aquel grupo que estuviera al margen del mainstream y se moviese por los circuitos alternativos. El Indie, era una denominación perfecta para hablar de grupos que todavía no conocían mucha gente, que eran guays, tenían una estética desenfadada y moderna independientemente del tipo de música que realizasen. 

Y volviendo al comienzo del post, lo que me perturba bastante es el uso del término Indie Pop a la ligera. Vetusta Morla no son Indie Pop, joder, llámalo Indie si quieres (aunque ya casi ni lo sean). Resumiendo mucho, el indie pop como tal surgió en UK a medidos de los 80 como continuación a comienzos de la década de una explosión de grupos independientes haciendo pop que culminó con el famoso C86 de la revista NME y a partir de lo cual surgieron multitud de pequeños sellos, fanzines y grupos casi debajo de cualquier piedra del suelo británico. Se pueden poner de ejemplo los típicos sellos, Sarah Rds., Subway Organization, 53rd & 3rd Rds..., o grupos más pequeños todavía como The Fat Tulips, The Haywains o Po! A finales de los 80 y primeros 90 comenzó a florecer en el resto de Europa y Estados Unidos (acuñando el manido término de twee pop) y a mediados de los 90 empezó a decaer lentamente. Eso no quita que en lo que va de siglo haya grupos que se puedan calificar como Indie Pop, tenemos casos recientes evidentes como The Cords o Jeanines que encajarían a la perfección en esa etiqueta, incluso aquí en España sigue surgiendo algún grupo con ese espíritu. El que quera seguir utilizando la etiqueta, perfecto, pero con un poco de criterio.

Y por no enrrollarme más, voy con el 7" de hoy, de un grupo que precisamente no me gusta demasiado..., vaya, que no me gustan. Un grupo al que también se asoció a diferentes etiquetas, desde el Xixón Sound hasta el Noise Pop o Indie sin más. Lo que está claro es que comenzaron a principios de los 90 junto a clásicos del Noise Pop como Los Planetas o Automatics, y todos estos grupos en mayor o menor medida bebían de sonidos anglosajones, bien sea del grunge, del shoegaze o indie rock. El caso es que a mí me da lo mismo la etiqueta que sea o como queramos calificarlo. Había grupos que me gustaban, otros me resultaban intrascendentes y otros me parecían horribles, pero en cualquier caso son grupos de una época de la que tengo muy buenos recuerdos y a la que guardo mucho cariño, independientemente de los bodrios de conciertos que me haya tragado.

¿Y cómo es que tienes un disco suyo si no te gustan? Pues en este caso, este single venía de regalo con la mítica revista Spiral en colaboración con su sello Subterfuge, asíq ue ahí lo tengo aunque poco o nada lo habré escuchado.  Las dos primeras canciones pertenecen a su segundo Lp, Aftershave, y la tercera aparece en algún recopilatorio como he podido descubrir. Escuchándolo ahora me pasa lo mismo que entonces, no me transmite nada, ninguna sensación placentera. No me gusta la forma de cantar, ni los arreglos, ni nada. Quizá para los de una generación 8-10 años posterior a la mía pudieran significar algo impactante, novedoso, rebelde... pero yo me quedé fuera. Y siento no poder decir nada positivo del grupo, porque Fran Nixon me parece un músico y compositor fantástico y fuera de Australian Blonde ha hecho canciones maravillosas.  

Debe ser de los pocos singles que no comento positivamente, y lo siento, a ver si para el próximo busco uno que me emocione. Buen fin de semana.

5 ago 2025

The Applicants 'The Applicants'

 



A1-. Say Goodbye   listen / download

A2-. Jigsaw   listen / download 

 

B1-. You Said to Me   listen / download

B2-. Not Like That at All   listen / download

B3-. Think of Me   listen / download

 

año: 1990

sello: Glut Records

referencia: FRIDGE004 

 

Me voy superando, esta vez ha pasado año y medio desde la última entrada del blog. Sabía que sería complicado mantener la constancia de al menos escribir 3 o 4 entradas anuales, pero siempre encuentro obstáculos en forma de excusa que me hacen tirar por tierra todo. Y no es sólo que tenga que desempolvar (literalmente) mi preciado iMac del 2009 únicamente para entrar al blog y escribir con los problemas técnicos que conlleva (desactualizaciones, caducidades, lentitud...). Tengo que recuperar la lucidez de juntar 4 palabras para poder hablar de un single de un grupo que quizá (seguro) hace años que no escucho. Y encontrar un single no es el problema, tengo una lista con más de 50 singles que llevan años esperando pacientemente a ocupar un huequecito en este humilde blog, de algunos tengo incluso ya las canciones listas en mp3 para poder ser añadidas. Problemas de tiempo tampoco tengo. Por desgracia, desde el pasado septiembre, lo que hacía mi vida más ocupada, quien llenaba mi tiempo y mi corazón, quien me sacaba las sonrisas y quien me daba todo lo que quería, se fue para siempre. Empecé con esta aventura en 2006, Sally llegó en 2010 y han sido 14 años compartiendo ambas cosas. Ahora que Sally no está, no voy a dejar que también desaparezca 7iete Pulgadas.

Debo agradecer también a gente como mi amigo Gustavo desde Uruguay o a Antonio Satélite su fidelidad y sus ánimos en todos estos años, con gente así, me resisto a dejarlo. En general a todos los que de un modo u otro me recordais que este espacio es o ha sido importante en algún momento.

Dicho esto, hoy encendí el ordenador con la idea de hablar de otro de esos discos que no interesan a casi nadie, que muy poquitos tenemos y que apenas aparecen en busquedas en internet. No son obras maestras, no tuvieron un impacto importante en su día (y menos ahora), pasado el tiempo incluso no signigican lo mismo que hace 35 años, pero ahí están, en mi estantería de 7" junto con cientos (¿miles?) de singles que hacen que mi vida sea más feliz. Sé que puedo coger uno al azar y me sacará un recuerdo, quiza un lugar en el que un día estuve y nunca volveré, una sonrisa, una mueca de desconcierto, un rascarme la cabeza pensando ¿y esto de dónde salió?, lo mismo fue un regalo o una compra a ciegas o que se yo. Hoy no me comí mucho la cabeza, The Applicants estaban los primeros de la lista alfabética de candidatos (miento, el primero es uno de Another Sunny Day que pienso utilizar como cierre definitivo del blog como le comenté en su día a Miguel Pacific). Así que voy al lío.

Ahora que todo el mundo está de festivales, algunos poniéndonos los dientes largos como por ejemplo los que han estado en el Glas Goes Pop de Glasgow, otros disfrutando de un festival al que no iría ni invitado, otros enseñando todos los discos que se han comprado en tal ciudad, o contando indignados lo que les han cobrado por una botella de agua o etiquetando en fotos a la gente guay que han conocido, yo no puedo más que imaginarme y recordar el festival veraniego más chachi de la historia, el Indietracks. Tenía todo lo que buscaba, un lugar tranquilo y apartado donde huir de la gente y el calor, un montón de grupos nuevos y clásicos que ansiaba ver, cerveza local y a buen precio en un ambiente familiar, amigos de todo el mundo con los mismos gustos a los míos, tres días inmejorables en un paraíso al lado de la estación de tren de Butterley en medio de la nada en Inglaterra. Lluvia, música, cerveza, amigos y una colina verde, no pido mucho más.

Pero una de las cosas que más me molaban del festival y dónde me dirigía raudo y veloz nada más aterrizar, en este caso bajar del tren, en la explanada verde del festival, era ir a la carpa de merchandising. Ahí encontraba todo lo que me hacía MUY feliz, estaban los puestos habituales de los sellos afines (Fortuna Pop, Wiaiwya, Odd Box, Fika Sound...), los grupos que tocaban en cada edición colocaban (si es que tenían) sus flexis, casetes, cdrs o lo que fuera, más gente aleatoria qua aparecía por arte de magia con discos bajo el brazo, algunos de ellos joyas del pasado que por alguna razón (bueno, porque en su día apenas se vendieron) volvían a aparecer en una cubeta.

Eso me sucedió un año (2014 si no me miente la base de datos) con este single, alguien que había instalado un pequeño puesto con algunas chapas, algo de artesanía barata y cuatro chorradas más, tenía unas pocas copias a precio de risa de este disco junto con otras del mismo sello (Glut Records). Supongo que se me iluminó la cara, conocía a The Applicants por varios recopilatorios de la época y habían compartido flexis en Windmill y Sunday Records con algunos de mis grupos favoritos (Haywains, The Fat Tulips, Po!, St. Christopher...), pero este único single de su trayectoria no lo había visto jamás. Lo cogí tembloroso, crucé 4 palabras mal dichas con la chica que los vendía, ya ni recuerdo de dónde los había sacado y me fui tan contento :-)

A ver, el single en sí no os penséis que es ninguna maravilla, es el típico grupo de chica (¿dulce?) al frente con esa mezcla característica de indie pop, fuzz guitars y algo de shoegaze que tanto se llevaba por entonces (The Charlottes, The Flatmates, Strawberry Story, Wilderness Children, The Rosehips, The Shop Assistants...) y eso a mí me molaba mucho. Mucho. El disco en sí contenía todo lo que yo quería o necesitaba, 5 canciones de 2-3 minutos, un insert (tambien rosa) con foto del grupo y algo de información, aunque me enteré más adelante que estos chicos de Coventry también tenían un grupo llamado Dufflecoats que ya conocía de un par de canciones en recopilatorios del sello Bring on Bull de mi gran amigo de la época Richard Coultard. Una de esas canciones, Sunny Tuesday Afternoon, puede que sea de las mejores canciones de indie pop de la historia.

La canción que abre el 7" es mi favorita, Say Goodbye, un pepinazo indie punkpop muy del estilo de The Shop Assistants, incluso con la voz opaca y lánguida de Marion y esas guitarras desafiantes y por momentos agresivas. Cancionaca a la que unicamente saco de negativo los ultimos 30-40 segundos que alargan la canción. La otra canción de la cara A es Jigsaw, más relajada y con menos influencia de la guitarra. Le falta algo de chispa para acompañar la operística voz de Marion, una voz que por cierto me recuerda mucho a la de Judith de Number 4 Joystreet.

La cara B nos regala 3 canciones en la línea de lo ya mostrado en la cara A.  La primera, You said to me, recupera la energía y rapidez de Say Goodbye, pero esta vez van directos al grano, dos minutos justos rasgando cuerda a mansalva y se acabó. Con la siguiente levantan un poco el acelerador y meten más melodía, perfecto. Y para cerrar, Think of me, la más pausada y quizá floja de este 7" que para nada me ha defraudado volver a escuchar.

Y hasta aquí la entrada de hoy, me sentí cómodo escribiéndola con lo que no descarto volver pronto por aquí, en cualquier caso no será hasta final de mes que vuelva de vacaciones. Ha sido un hola y adiós de manual. Feliz verano a todos.